PILARES DEL MÉTODO MONTESSORI

El método Montessori es una filosofía educativa que se basa en la idea de que cada niño es único y debe ser tratado como tal. Este enfoque se enfoca en el aprendizaje multisensorial, la libertad y responsabilidad, el ambiente preparado, el aprendizaje individualizado, y el papel del educador como guía. A través de estos cinco principales puntos, el método Montessori permite que los niños desarrollen habilidades para la vida que les permitirán ser exitosos en el futuro.

1. RESPETO POR EL NIÑO

El fundamento principal del método Montessori es el respeto por el niño. Se considera al niño como un ser humano completo, con su propia identidad, intereses y ritmo de desarrollo. Por lo tanto, el educador Montessori debe tratar al niño con respeto y comprensión, permitiendo que se desarrolle de manera natural y sin presiones.

El desarrollo en casa a través del método Montessori también comprende los ritmos individuales del niño, respeta e incentiva sus curiosidades a través de un entorno seguro y atractivo sensorialmente.

2. AMBIENTE PREPARADO

El ambiente preparado es un espacio diseñado para satisfacer las necesidades de los niños y facilitar su aprendizaje. Está pensado para ser seguro y accesible, permitiendo que los niños exploren y experimenten por sí mismos. Todo está organizado y a su alcance, fomentando la independencia y la autodisciplina.

3. APRENDIZAJE MULTIDIMENSIONAL

Los niños aprenden a través de los sentidos, por lo que el método Montessori utiliza materiales sensoriales para ayudar a los niños a comprender conceptos abstractos de manera concreta. Los materiales permiten a los niños explorar, experimentar y descubrir por sí mismos.

4. LIBERTAD Y AUTONOMÍA

El método Montessori reconoce que cada niño tiene un ritmo y estilo de aprendizaje único. Por lo tanto, los materiales y actividades se adaptan a las necesidades individuales de cada niño, permitiéndoles trabajar a su propio ritmo.

Los niños en un ambiente Montessori tienen libertad para elegir sus actividades y trabajar a su propio ritmo. Esta libertad fomenta la independencia y la responsabilidad, y ayuda a desarrollar la capacidad de tomar decisiones y resolver problemas por sí mismos.

5. EL ROL DEL EDUADOR

El educador en el método Montessori es un guía, no un instructor. El educador observa a los niños, y les brinda la orientación necesaria para ayudarlos a aprender y crecer. El educador se enfoca en fomentar la independencia y la confianza en los niños, permitiéndoles desarrollar habilidades para la vida que les permitirán ser exitosos en el futuro.

6. APRENDIZAJE SENSORIAL

El aprendizaje sensorial es otro de los principales fundamentos del método Montessori. Se cree que los niños aprenden mejor cuando pueden explorar y experimentar con sus sentidos. Por lo tanto, los materiales Montessori están diseñados para ser táctiles y para involucrar los sentidos en el aprendizaje.

Esta faceta del aprendizaje es especialmente importante en los primeros años de vida donde el niño desarrolla su interacción con el entorno principalmente a través de sus manos, pies y boca.

7. APRENDIZAJE A TRAVÉS DE LA EXPERIENCIA

En lugar de enseñar a los niños de forma abstracta, el método Montessori enfatiza el aprendizaje a través de la experiencia. Los niños aprenden mejor cuando pueden relacionar su aprendizaje con su vida cotidiana y experimentar con sus propias manos.

Los niños aprenden a desarrollar sus propias respuestas y conclusiones ante el entorno a través de su propia interacción y experiencia en lugar de ser meros objetos pasivos que reciben instrucciones.

8. APRENDIZAJE COLABORATIVO

Como seres sociales que vivimos en grupo, el aprendizaje colaborativo es otro de los principios fundamentales del método Montessori. Los niños trabajan juntos en grupos y se ayudan mutuamente para aprender. Esta colaboración fomenta el desarrollo social y emocional, así como la capacidad de trabajar en equipo.

Los niños desarrollan vínculos psicoafectivos con sus semejantes a edades muy tempranas, que se ven potenciados por un proceso de aprendizaje común.

9. EDUCACIÓN PARA LA VIDA

El objetivo del método Montessori es educar a los niños para la vida, proporcionándoles habilidades y conocimientos que les ayudarán a tener éxito en el futuro. Se les enseña a ser responsables, autónomos y a trabajar bien en equipo. Además, se les fomenta el pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de problemas.

Actividades a priori tan cotidianas como regar las plantas, cocinar, reparar objetos o la ayuda mutua definen en gran medida las futuras interacciones del niño con su entorno durante toda su vida.

10. TRABAJO EN CICLOS

El método Montessori se basa en ciclos de trabajo. Los niños trabajan en una actividad durante un tiempo determinado, y luego tienen la libertad de elegir otra actividad. Estos ciclos de trabajo ayudan a desarrollar la concentración, la disciplina y la capacidad de trabajar de forma autónoma.